La vuelta al cole es un momento emocionante, pero también puede generar algo de estrés, especialmente para los niños con autismo. Los cambios de rutina, los nuevos entornos y la adaptación a situaciones desconocidas suelen ser desafíos importantes para ellos. Sin embargo, con un poco de planificación y apoyo, podemos hacer que este proceso sea más fácil para nuestros hijos.
En este post, quiero compartir algunos consejos prácticos que pueden ayudaros a preparar a vuestros peques para la vuelta al cole, basados en nuestra experiencia en el trabajo con niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista).
Los niños con autismo suelen sentirse más tranquilos cuando saben lo que va a pasar. Para ellos, la incertidumbre puede ser una fuente de gran ansiedad, por lo que anticipar el regreso al cole de manera clara y sencilla es muy útil.
Hablar del colegio de forma positiva: Semanas antes, podéis empezar a hablar del regreso al cole, pero sin agobiar. Mencionad cosas concretas y positivas como ver a sus compañeros o jugar en el patio. Ayudar a que asocien el cole con cosas que les gusten será clave.
Calendario visual: Un calendario con imágenes puede ser muy útil para que visualicen los días que faltan y lo que va a pasar. Podéis poner fotos del cole, del aula, e incluso del maestro o compañeros si los conocéis. Así, poco a poco, todo les resultará más familiar.
Historias sociales: Este tipo de historias, que explican de manera sencilla y visual lo que pasará el primer día de clase, son muy útiles. Podéis usar libros, vídeos o incluso crear vuestra propia historia personalizada que cuente cómo será la rutina del cole.
Los niños con autismo se sienten seguros cuando tienen una rutina clara. Por eso, empezar a crear una rutina similar a la que tendrán durante el curso, unos días antes, les ayudará a adaptarse mejor.
Ajustar horarios: Es buena idea empezar a regular el horario de sueño y de comidas al menos una semana antes de que empiecen las clases. Ir ajustando los horarios les permitirá adaptarse de forma gradual, sin que el cambio sea demasiado brusco.
Simular el día del cole: En los días previos, podéis hacer pequeñas simulaciones de lo que será el día a día. Por ejemplo, podéis despertarle a la hora habitual del cole, desayunar, vestirse y practicar el trayecto al colegio. Esta práctica reducirá el miedo a lo desconocido.
Involucrarles en los preparativos: Preparar la mochila juntos es una gran idea. Podéis hacerlo como un juego, para que lo vean como algo emocionante. Involucrarlos en la elección de los materiales, la mochila, el estuche, etc., les dará una sensación de control y seguridad.
Es común que los niños con autismo sean más sensibles a ciertos estímulos, como el ruido o las luces brillantes. Tener en cuenta estas necesidades sensoriales puede marcar una gran diferencia para que se sientan más cómodos.
Detectar sus necesidades: Si tu hijo tiene alguna sensibilidad particular, como ruidos fuertes o luces intensas, intenta tener esto en cuenta. Algunos niños se sienten mejor llevando auriculares que reduzcan el ruido, mientras que otros prefieren tener a mano algún juguete o material que les ayude a calmarse.
Hablar con el cole: Es muy importante coordinarse con los profesores antes del primer día. Explicarles las necesidades y particularidades de tu hijo les permitirá estar más preparados para ofrecerle el apoyo adecuado.
Zona de calma: Si el colegio dispone de un espacio tranquilo al que el niño pueda acudir cuando se sienta abrumado, es importante que lo conozca desde el primer día. Saber que existe un sitio donde puede estar tranquilo le dará seguridad.
El primer día es clave, y nuestra actitud como padres influye mucho en cómo lo afrontan nuestros hijos.
Acompañar y despedirse con cariño: Si puedes, acompáñale al colegio el primer día. Mantén una actitud positiva y serena, ya que los niños son muy sensibles a nuestras emociones. Haz una despedida breve, pero cariñosa, y evita alargar el momento para que no se haga más difícil de lo necesario.
Transiciones graduales (si es posible): Algunos niños necesitan un periodo de adaptación más largo. Si es el caso de tu hijo, habla con el colegio para ver si se puede organizar una entrada más gradual, empezando con días más cortos o con actividades menos demandantes.
La clave para una vuelta al cole más suave con niños con autismo está en la planificación y en crear un entorno seguro y predecible. Con una buena anticipación, rutinas claras y un apoyo sensorial adecuado, podemos hacer que el proceso sea mucho más llevadero para ellos.
Si necesitas más orientación o apoyo, en nuestro centro estamos aquí para ayudarte con estrategias personalizadas que faciliten el regreso al colegio. ¡Juntos podemos lograr que el nuevo curso sea una experiencia positiva para todos!